Los excedentes hídricos
que el embalse no es capaz de almacenar son
descargados y restituidos al río aguas
abajo a través del aliviadero de crecidas.
Este se compone de un vertedero de hormigón,
con cuatro vanos controlados por compuertas
de 10 m de ancho por 11 m de alto y un canal
de descarga. Su capacidad de evacuación
es de 2.880 m3/seg.